Nuestro Interim Management está enfocado a la Gestión de Equipos y sus tareas
Cuando nos pregunta un amigo qué hacemos le respondemos en tono coloquial que somos «ejecutivos en alquiler». Aunque estas tres palabras ni mucho menos definen todo lo que significa, sí es verdad que emplazan a una primera aproximación.
También podemos decir que somos profesionales que pactamos con el cliente una prestación, entramos en la empresa del cliente y trabajamos con el equipo de dirección con la finalidad de conseguir un objetivo muy específico. Se cobran unos honorarios y una vez conseguido el objetivo, nos vamos.
Una de las características más destacadas a parte de focalizarnos en objetivos concretos, es que el encargo que se realiza es temporal.
Un Interim Manager gestiona una situación excepcional que escapa de la administración habitual y cotidiana de la empresa, y para la cual es necesario o conveniente buscar una ayuda externa.
En otras situaciones también, el interim manager puede actuar como instrumento para acelerar un cambio cuando una compañía está experimentando –o planificando– crecimiento y desarrollo de su negocio.
Si alguna de estas situaciones se presenta en un momento de falta o vacío de gestión o cuando los recursos actuales carecen de habilidades técnicas o de un nivel suficiente de seniority, la desaceleración debido a la falta de conocimientos lleva a una inevitable pérdida de beneficios. En estos casos, la intervención de un manager externo con probada experiencia y un enfoque novedoso demuestra ser la solución adecuada para llevar a cabo un cambio efectivo y una rápida vuelta a un crecimiento rentable.
Las dos características básicas antes mencionadas influyen y condicionan la relación con nuestro cliente y su empresa, y la distinguen de una relación laboral tradicional. Se establece, de hecho, una relación comercial. Relación que se traduce en un contrato de prestación de servicios o la firma de un proyecto con las necesidades específicas del cliente y pueden modificarse en cualquier momento.
Un aspecto muy importante es que el cliente puede terminar con dicha relación en cualquier momento y de forma immediata, incluso antes que se consigan los resultados buscados, sin que esto implique recurrir en obligaciones legales y económicas que rigen las relaciones laborales.
Sin embargo, cuando se requiere cubrir una función permanente en la gestión de la empresa (y no es algo urgente ni temporal), la solución no será un Interim Manager, sino contratar a un profesional con las capacidades adecuadas y que esté interesado en un encargo fijo.
La diferencia más destacable es la ejecución.
La consultoría ofrece: asesoramiento, consejos, directivas, informes.. Y luego está en manos del equipo directivo de la empresa el tratar de traducir esa información en decisiones y acciones concretas que permitan resolver el problema u obtener los resultados buscados.
El dilema surge cuando el equipo directivo no tiene los recursos, las competencias o, más simplemente, el tiempo para definir esas acciones necesarias, y para ejecutarlas.
Aquí está el valor agregado de los Interim Managers: nosotros no nos limitamos a ofrecer el asesoramiento, consejos o directivas; sino que, al entrar a formar parte del equipo directivo de la empresa cliente, nos ocupamos precisamente de promover las decisiones y definir las acciones necesarias; y más importante ¡las ejecutamos! Tomamos la responsabilidad ejecutiva de conseguir el objetivo para el cual hemos sido contratados, de modo que el equipo directivo interno puede concentrarse en la gestión cotidiana y ordinaria de la empresa.
Se puede decir que los Interim Managers somos en parte consultores y en parte ejecutivos, porque es cierto que proveemos al equipo directivo de la empresa cliente know-how y asesoramiento externo, y también nos encargamos de las tareas de ordinaria administración que estén directamente relacionadas con el proyecto. Sin embargo, es importante que el cliente no nos confunda ni con unos ni con otros.
Los Interim Managers somos expertos en la gestión de situaciones de cambio, focalizados en obtener los resultados pactados con el cliente, y en un lapso de tiempo delimitado. Somos especialistas en lo que los americanos denominan GTD: Get Things Done.
Especializados en metodología ágil para la gestión de equipos y sus tareas.
Implementamos el Método Weekop de trabajo en tan solo 4 semanas con resultados de impacto.